Los apellidos. “Testificar”
“Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre”.” (Génesis 2:21)
Siguiendo el hilo conductor del artículo (antecedentes II.1 y II.2), en esta entrega se exponen algunas referencias de cómo se ha ido utilizando “la palabra” para garantizar la hegemonía del Patriarcado, y… su influencia con la Mediación.
Es importante recordar que en todo momento se ha evitado hacer apología de los “ismos” (machismo, feminismo, victimismo, etc…), que pudiera desvirtuar el verdadero objetivo que es FOMENTAR la Mediación como herramienta de Cultura de Paz.
Continuación….
07.- EL LEGADO DEL PATRIARCADO A TRAVÉS DE “LA PALABRA”:
Aún hoy en día quedan muchos vestigios, de cómo el Patriarcado ha ido perpetuándose a través de “la palabra”. A continuación se muestran algunos ejemplos:
07.1.- “EL HOMBRE”:
Tanta fue la desigualdad y dominación entre los roles hombre-mujer, que para definir a la representación de la Humanidad, se sigue haciendo en masculino: “EL HOMBRE”. Como intento persuasivo obsoleto de arrogar a “LA MUJER” dentro de una posición de inferioridad, y avalando lo que a través de milenios se quiso hacer creer: “Dios creó a la mujer a partir de una costilla del hombre” (ver 06.- REFLEXIONES PERSONALES: DESMITIFICANDO EL MITO).
07.2.- EL GÉNERO DE LAS PALABRAS, COMO PARTE DE LA HERENCIA PATRIARCAL:
A lo largo de la Historia se ha hecho el esfuerzo de mostrar a la mujer (o nuestra condición femenina), desde el silenciamiento y la minusvaloración. Se persuadió que las cualidades inherentes a nuestra condición femenina eran sinónimo de DEBILIDAD y VERGÜENZA; contrarias a la condición masculina que eran sinónimo de PODER y HONOR.
Por desgracia, existen muchas palabras que a través de su “género” han heredado estos matices “patriarcales”.
Aunque no es una regla que la lengua española utilice el género de las palabras para garantizar la hegemonía del Patriarcado, existe un cierto número de ellas que pudieran atestiguarlo:
Así mismo el diccionario de la RAE (Real Academia Española), que recoge los usos de las palabras que utilizamos los hablantes…, da testimonio de que en un pasado cercano e incluso en la actualidad, se ha utilizado y se sigue utilizando un lenguaje sexista-machista, que pudiera estar propiciando la hegemonía del Patriarcado.
Encontramos algunos ejemplos:
.- Sexo débil: “1.m. conjunto de las mujeres”.
.- Sexo fuerte: “1.m. conjunto de los varones”.
.- Cocinillas: “1.m. coloq. Esp. Hombre que se entromete en las tareas domésticas, especialmente en las de cocina”.
.- Hombre público: “1.m. hombre que tiene presencia e influjo en la vida social”.
.- Mujer pública: “1.f. prostituta”.
.- Hombre de la calle: “1.m. persona normal y corriente”.
.- Mujer de la calle: “1.f. mujer normal y corriente. 2.f. prostituta que busca a sus clientes en la calle”.
Debido a que cerca de 200.000 personas se han manifestado a través de plataformas on- line para la retirada o cambio de dichos términos, en algunos de ellos (sexo débil o sexo fuerte), la RAE respondió añadiendo unas notas aclaratorias. Dirigiéndose a la primera como: “Usado con intención despectiva o discriminatoria”; y a la segunda como: “Usado en sentido irónico”.
Hasta 2.014 seguían estando en el diccionario de la RAE definiciones como: femenino: “débil, endeble” y masculino: “varonil, enérgico”
07.3.- NOMBRES “INNOMBRABLES”:
Sin entrar en mucho detalle en este apartado, exponemos algunos ejemplos significativos:
.- En la época romana la mayoría de las mujeres no tenían nombre fuera de su casa.
.- Actualmente existen muchos países, en los que la mujer no puede decir el nombre de su esposo, a riesgo de ser castigada muy duramente por ello.
07.4.- LOS APELLIDOS:
Los “apellidos” son nuestra señal de identidad a través de la Historia, al menos desde que se tiene constancia que los usamos. Gracias a ellos las personas con el mismo nombre, nos podíamos diferenciar unas de otras. Por un lado nos ha servido como herramienta para transmitir el legado a las siguientes generaciones. Pero por otro, ha servido como motivo de discriminación a favor o en contra.
Según Díez Melcón (1.957), recién terminado el Concilio de Trento (1545-1563), España se vale de reglas formales para el establecimiento de los “apellidos”, mientras que en otros países como Francia existieron mucho antes.
Si el legado de nuestra historia a través de los apellidos se remonta a esa época, las características de por entonces serán las que hemos ido transmitiendo de generación en generación,…así hasta nuestros días. Por tanto sería bueno recordar, cuál era la Historia de España de entonces.
Tras la Reconquista de España en 1.492 y el Descubrimiento de las Américas, nos adentrábamos en la Edad Moderna, en concreto en el Siglo de Oro español (S. XVI). Si bien fue un período de “prosperidad” material, claramente lo cimentamos sobre una base de guerras, conquistas, muertes, expulsiones, violaciones, venganzas, dominación, etc, etc…, continuación del más literal PATRIARCADO. Poniéndonos a la “altura” de otros imperios habidos y por haber tales como el Imperio Persa, el Imperio Macedonio de Alejandro Magno, el antiguo Imperio de Egipto, el Imperio Romano, el Imperio Bizantino, el Imperio Otomano, el Imperio Mongol, el Imperio Islámico, el Imperio Carolingio, el Imperio Mexicano, el Imperio Incaico, el Imperio Británico, el Imperio colonial Francés, el Imperio Ruso, el Imperio Chino, el Califato Omeya, el Imperio Alemán, el Imperio Austrohúngaro, etc, etc, … Por entonces…¡EL IMPERIO ESPAÑOL!
Ese fue el marco histórico desde donde empezamos a transferir el legado del Patriarcado a través de los apellidos…, hasta la actualidad. La clasificación y cuantificación de los apellidos actuales en España, nos puede ayudar a comprender hasta qué punto estamos dando continuidad a dicho “PATRÓN” ya establecido desde hace siglos, y por consiguiente contribuyendo a la hegemonía Patriarcal.
El siguiente estudio ha sido realizado en base a los 100 apellidos que más se repiten en España en 2.017 (según INE), correspondientes a más de 17 millones de habitantes. El tamaño de la muestra es tan grande, teniendo en cuenta el total de la población de 46,5 millones de habitantes, que el margen de error se puede considerar prácticamente despreciable y el nivel de confianza del resultado es muy superior al 99,99 %. Aplicando dichas proporciones al censo de población española más reciente de 46.733.038 habitantes, obtenemos la POBLACIÓN ESPAÑOLA ACTUAL (2.018) SEGÚN SUS APELLIDOS.
Para ello los APELLIDOS se han clasificado en: PATRIARCALES, MATRIARCALES Y NEUTROS. A su vez los apellidos Patriarcales se han clasificado en: patronímicos (terminados en “ez”, “iz”,…, como Rodríguez, Jiménez, Gómez, Itoiz, …), parentescos (Nieto, Hermano, …), relativos al mundo militar (Guerrero, Caballero, Hidalgo, …); toponímicos de ciudades (León, Carmona, ,…), gentilicios (Navarro, Gallego,…), lugares con reminiscencias militares (Torres, Castillo,…), lugares de reminiscencias religiosas (Iglesias, Santiago, …); cualidades personales de hombres (Moreno, Blanco, Delgado, Rubio, Garrido, …) y oficios de hombres (Aguilar, Herrero,…). Los apellidos Matriarcales se han clasificado en: matronímicos (Molina, Ortega,…), cualidades personales de mujeres (Rojas,…) y Oficios de mujeres (Herrera, Cabrera,…). Y los apellidos Neutros formados por los toponímicos que describen lugares geográficos o de la naturaleza (Ramos, Flores, Campos, Vegas, Fuentes,…).
La cuantificación arroja los siguientes resultados:
[Elaboración propia, según INE]
Aplicando estas proporciones a la población española actualizada (censo de 2.018), arroja los siguientes resultados:
Al comparar los porcentajes de apellidos Patronímicos (77,64 %) y Matronímicos (1,35 %), vemos claramente cuál ha sido el “PATRÓN DOMINANTE” que ha venido repitiéndose y que seguimos reproduciendo hoy en día. No existen apellidos derivados de mujeres como… Anez (hija o hijo de Ana), Paulez (… de Paula), Vanesez (… de Vanesa), Irenez (… de Irene), etc…. Pero sí existen los apellidos “archiconocidos” terminados en “EZ” o “IZ” como: González (hijo de Gonzalo), Rodríguez (… de Rodrigo), Fernández (… de Fernando), Martínez (… de Martín), Sánchez (… de Sancho), Itoiz (… de Itoi), etc, etc…, que siendo los más numerosos, habitualmente hacían alusión a terratenientes, “patriarcas” y/o padres de familia, a quienes se les otorgaba la responsabilidad familiar.
Los apellidos Toponímicos formados por nombres de ciudades y gentilicios (7,17 %) aparentemente no manifiestan tan claramente la intención del legado Patriarcal. Sin embargo cuando se investiga mínimamente en el origen de cada uno de ellos, nos damos cuenta que las ciudades o los gentilicios de esas ciudades, se refieren a lugares que han sido objeto de guerras, destrucciones, historias de dominación y venganza, etc… En definitiva y aunque no lo parezcan, son claros legatarios del más radical Patriarcado (ver anteriores entregas del artículo). Las Cualidades personales de hombres (7,52 %) se corresponden a los mismos “patriarcas” que hemos ido legando sobre nuestras descendencias, pero en lugar de ponerles los nombres de los padres (González, hijo de Gonzalo (patrón)), se les ha ido poniendo características físicas del mismo; por ejemplo si tenía el pelo Moreno, Rubio o Cano, si era Gallardo o Guerrero en las artes de la guerra. En definitiva, no es más que seguir transmitiendo el LEGADO PATRIARCAL directamente a través de los apellidos.
El bloque de apellidos PATRIARCALES (Patronímicos, Toponímicos (ciudades, gentilicios,…), cualidades personales de hombres, y oficios de hombres), hacen un total de 94,03 %.
El bloque de los apellidos MATRIARCALES o que hacen referencia a la mujer (2,37 %) es incluso inferior al bloque de los apellidos Toponímicos NEUTROS que describen lugares geográficos o de la naturaleza (3,61 %).
Los apellidos que describen las cualidades personales de hombres (7,52 %), son muy inferiores a los que describen las cualidades personales de mujeres (0,25 %).
Los apellidos que describen los oficios de los hombres (1,70 %), son así mismo más del doble de los apellidos de mujeres que describen oficios (0,77 %).
A la vista de estos resultados y si consideramos que los apellidos son una representación del legado familiar, podríamos determinar que actualmente a efectos de transmitir dicho legado se sigue considerando a la mujer prácticamente “ausente”. Y por tanto, no nos debería resultar difícil comprender que en España:
- Siga existiendo la desigualdad hombre-mujer en muchos campos.
- Parece ser que el Patriarcado en el S. XVI (siglo de Oro español) y S. XVII, para seguir garantizando su hegemonía, hizo uso de todas las “herramientas” que pudo, tales como: la caza de brujas, los apellidos, etc…
07.5.- REMINISCENCIAS DE REGÍMENES AUTORITARIOS
Este apartado daría para hablar durante interminables artículos. Sin embargo para la línea de investigación desarrollada, no se considera fundamental entrar en mucho detalle sobre el mismo. Básicamente puntualizaremos que cada régimen político hace uso de “LA PALABRA” para transmitir sus intenciones de la forma más eficiente. Aquí nos referiremos a la palabra escrita a través de los nombres de las calles, plazas, edificios, etc… acordes con la ideología de quiénes quieren transmitir. Esto actuará en el día a día a modo de herramienta multiplicadora y divulgadora de sus intenciones.
Por ejemplo en España se ha necesitado varias décadas de estar inmersos en la Democracia, para sentirnos capaces de cambiar una serie de nombres de calles, plazas, edificios, etc…, que sin duda alguna nos retrotraían a una situación política anterior, que inevitablemente nos recordaba a esa época donde por causas que aquí no vamos a valorar, se hizo uso de la “fuerza”, la discordia, etc…, y de otros aspectos los cuales no los reconocemos como objetivos evolutivos para la nación de hoy en día.
Al entrar un nuevo régimen político muy diferente al anterior, se suelen sustituir nombres de calles, plazas, edificios, etc…, por otros acordes con el nuevo régimen. Cada palabra que nombramos es un Decreto que se repite día a día con una intención determinada. Si empezamos a acostumbrarnos a que el nombre de una calle o plaza tenga un nombre “abierto” o un nombre que suponga un régimen político autoritario, nuestra reacción no puede ser la misma, y nuestra forma de vida va cambiando de poco a poco.
De igual forma…, cuando hemos estado inmersos en un régimen político autoritario o dictatorial, y pasamos a otro más “abierto” o democrático que promocione valores como la LIBERTAD y se cambian los nombres de las calles, plazas, edificios… acorde a la nueva ideología…, nuestra forma de sentir la vida empieza a cambiar sensiblemente hacia mayor LIBERTAD.
07.6.- “TESTIGO”, “TESTIFICAR”, “TESTIFICAL”, “ATESTIGUAR”,…
Al parecer no está totalmente claro el origen de estas palabras. Sin embargo hay varias hipótesis que pueden hacernos pensar, que en su trayectoria han ido adquiriendo cada vez más una connotación Patriarcal (y sexista).
Por un lado hay fuentes que señalan el origen de la palabra “testigo” proveniente del griego (mártir) en un sentido profundo en el que no solamente se predicaba con la palabra, sino con los propios hechos del día a día, incluso llegando al sacrificio mismo de la propia vida.
Luego está la versión popular de la palabra “testigo” con origen romano, que cuenta que cuando estaban en un juicio dando su versión de los hechos en condición de “testigo”, para jurar por su honor lo hacían apretándose/tocándose los testículos (“testiculus”) con la mano derecha.
Finalmente está la versión que cuenta que para evitar que el nuevo Papa fuese mujer (“impostora” según esa época…), lo cual sucedió con la Papisa Juana (855-857), se realizaba un rito consistente en palpar los órganos genitales y “atestiguar” que el nuevo Papa era varón. El “palpati” o encargado de dicho rito, una vez comprobada la masculinidad del Papa, debía decir “testículos habet” (tiene testículos), o “habet duos testículos et bene pendentes” (tiene dos testículos y cuelgan bien”. El primero en sentarse en esa silla fue el Papa Benedicto VIII (1.012-1.024), y el que abolió esta práctica fue el Papa Adriano VI (1.459-1.523).
¡Lástima que para determinar el origen etimológico de las palabras “testigo”, “testificar”, “testifical”, “atestiguar”,…., nos cueste tanto separarlo del mundo romano y de la religión cristiana (palpado papal, Roma), ambos entendidos desde el punto de vista más Patriarcal (y sexista)! Como consecuencia de esto junto con tantas referencias expuestas (ver anteriores entregas del artículo), difícilmente vamos a ser capaces de ver a todo lo relacionado con lo “JUDICIAL”, exento de señales del legado Patriarcal.
Si la civilización romana es la cuna de nuestro ordenamiento jurídico, y por tanto vinculado a la vía judicial (juicios, testigos, demandante, demandado, etc…) como forma de solucionar los conflictos, puede ser razonable pensar que solucionar las controversias por la vía de la Mediación tenga tantos detractores como partidarios del Patriarcado.
08.- REFLEXIÓN PERSONAL:
En un día corriente, antes de nada (de despertarnos con una actitud positiva o negativa)…, podríamos preguntarnos acerca de la cantidad de PALABRAS QUE NOS CONDICIONAN del exterior.
De esta forma si primero nos preguntamos cuáles son mis apellidos, podemos darnos cuenta del legado tan enorme que “arrastramos” de forma inconsciente. Que en la mayoría de nosotros se basan en antiguas historias de guerras, abusos de poder de mandatarios, de patriarcas y de terratenientes y/o en nombre de la religión, violaciones, manipulaciones, conquistas, matanzas, enorme desigualdad entre hombre-mujer, etc, etc, etc …, en general… ¡SEPARACIÓN!
Luego, podríamos preguntarnos si en mi día a día utilizo palabras que han sido manipuladas intencionadamente con la idea de mantener la hegemonía del Patriarcado. Por ejemplo aquí se ha expuesto que las palabras “testificar”, “testigo” …, existen muchos indicios de que están circunscritas a un pasado sexista, machista, abusivo y patriarcal. De igual forma deberíamos analizar si utilizamos otras palabras que están sujetas a esta distinción, e intentar utilizar otras palabras con el mismo significado pero que sean más “abiertas”. Por suerte gozamos de una lengua (el español) muy rica que puede facilitárnoslo.
Y así con las palabras de nuestro alrededor que están ahí en el día a día, y que de una forma u otra son Decretos que nos van influyendo.
En base a todo esto sería fácil entender que la gran mayoría de los ciudadanos estamos tan condicionados por lo que se supone que somos y se supone que debemos ser, que es más fácil ser “fieles” a lo que se espera que yo sea, y no que me diferencie de ello.
También debería ser fácil entender, que instaurar LA MEDIACIÓN de manera consolidada como herramienta alternativa de solución de conflictos podría ser algo similar a cambiar el nombre de una calle, una plaza o un edificio, que durante milenios se llamó “JUDICIAL”, por otra que pase a llamarse de una forma más “abierta” como por ejemplo: “SOLUCIONES DE CONTROVERSIAS” o en positivo: “SOLUCIONES DE PAZ”.
.- ¿QUÉ “MENSAJE” ME APORTA A MÍ?
No por haber expuesto estos asuntos controvertidos deberíamos sentirnos ofuscados ni abatidos. ¡Al revés! De estar conformes con lo expuesto, deberíamos sentir una cierta LIBERACIÓN por haber sido capaces de localizar una parte que nos tenía confundidos, aunque no lo percibiésemos.
Cualquier pensamiento…, finalmente se traduce en nosotros en una emoción junto con una reacción corporal. Si dichos pensamientos no son de Unidad, viviremos la repercusión a través de la acción-reacción de nuestro cuerpo, que somatizará todos esos estados emocionales de Separación.
Dicho de otra forma…, si cada vez somos más conscientes de que a nuestras condiciones (masculinas y femeninas) les debemos permitir que se desarrollen libremente, estaremos en el camino de la LIBERTAD Y ARMONÍA.
Al menos a mí todo esto me dice… que si optamos exclusivamente por la solución JUDICIAL seguiremos estando en el mismo camino que desde hace muchos milenios con el Patriarcado, que en definitiva es sinónimo de SEPARACIÓN; y que la VÍA JUDICIAL más la MEDIACIÓN, juntas podrían estar en el camino de la ARMONÍA, si entre todos hay verdadera intención de hacerlo posible. Que la segunda opción es la vía para autoreconocerme a mí mismo como persona completa, que no solo tiene cualidades como la fuerza, velocidad, poder, destreza, visión espacial, etc…, sino también otras como la flexibilidad, sensibilidad, empatía, asertividad, resiliencia, etc…, reconociéndome como una persona más completa y honesta conmigo mismo…, en definitiva… ¡más FELIZ! ¡Y sintiéndome más feliz conmigo mismo, también estaré en disposición de hacer más felices a los demás!
Y a ustedes….¿qué “mensaje” les dice?
Víctor Mencía Almansa, Arquitecto, Mediador de Paz de Solucion@
REFERENCIAS:
(1) Palabras machistas que siguen en la RAE
(2) ¿De dónde surgió el idioma español?
(3) ¿De dónde viene tu apellido? (I)
(4) ¿De dónde viene tu apellido? (II)
(5) Los 100 apellidos más comunes en España en 2.016-2.017
(6) El curioso origen de la palabra “testificar”
(7) Origen de la palabra “testigo”_mártir-griego
(8) Formación de Crecimiento Interior y Apertura de Conciencia. Jorge Lázaro León