Excepcional la tarde de Mediación de este mes de abril, tanto en el caso expuesto como en el número de asistentes, más de la treintena.
Nos encontramos como ya viene siendo costumbre desde hace tres años, cada primer jueves de mes en el céntrico y versátil restaurante ALEA, en esta ocasión uno de los mediadores más veteranos de nuestra asociación, Antonio Fernández Rojo junto con Patricia Balcones, mediadora de innegables cualidades, nos narraron un caso de mediación familiar, su desarrollo y sus particulares conclusiones.
La esencia del conflicto ponía sobre la mesa la necesidad de igualar el equilibrio de poder entre las partes; de manera sorpresiva, aleatoria y a pesar de que se guardaba la confidencialidad sobre la identidad de las partes (uno de nuestros principios fundamentales) durante el transcurso del debate uno de los asistentes manifestó que había tratado a la parte menos empoderada de la relación y que había ayudado a que la pareja acudiera a mediación extrajudicial.
Sin duda la nota la puso otro de los asistentes al participar y exponer que había sido abogado de la misma parte y había asesorado a su cliente sobre los puntos que habían acordado justo antes de la firma del acuerdo de Mediación.
La confidencialidad quedó a salvo puesto que todos los profesionales implicados intervinieron desde la consigna del secreto profesional, ante la sorpresa de los asistentes, de los propios mediadores y ellos mismos.
A modo de reflexión, destacar que su aportación sirvió a los presentes, para comprender cómo desde nuestras respectivas profesiones podemos y lo hacemos muchas veces, difundir las bondades y al mismo tiempo la eficacia de este recurso ayudando a nuestros clientes/ pacientes a elegirlo como fórmula eficaz de resolver sus conflictos, y que esta mediación fue resultado de su intervención profesional en beneficio sin duda de las personas que acudieron a ellos.
Inmaculada Jiménez Martín. Presidenta de Solución@