El regalo de Navidad de las 3.000 Viviendas
Hoy he tenido la fortuna de representar a Solucion@ en la clausura del curso de formación impartido por nuestros colegas sevillanos Raquel y Raúl en el Polígono Sur de Sevilla, en su centro Cívico, invitados por la Fundación Mediara, que además ha contado con la participación de D. Emilio Calatayud, juez de menores de Granada.
Dejé el coche en el parking de un centro comercial, en parte porque me hubiera perdido en la ciudad y no llegar tarde, algo que hago habitualmente en Sevilla, pero también, por qué no confesarlo, por prudencia ante la reputación que antecede al barrio de las 3.000 Viviendas de Sevilla. Cuando el taxista hizo una exclamación irreproducible al decirle el destino, me dije, Ufff dónde voy ¿?
Lo que no imaginaba era, que en este barrio no iba a perder nada, sino todo lo contrario recibir el más valioso regalo; la mejor lección de lo que realmente es la mediación, en 15 años que llevo en ello, de manos de Pedro, director del Colegio Manuel Altolaguirre, del tito Domingo, de padres y madres, alumnos del curso y sobre todo de unos adolescentes, magníficamente representados por su ponente Agustín.
He asistido a multitud de Congresos, internacionales y nacionales, de Simposios, de talleres y cursos, y en ninguno he salido con el sentimiento de agradecimiento y de admiración. En ninguno tan claro el auténtico espíritu de la mediación, no como pócima para aliviar al sistema judicial, o arreglar problemas familiares o mercantiles, del que se derivarían grandes beneficios.
La mediación en su mejor valor, recuperar la palabra, la escucha, el diálogo, el reconocimiento, la legitimidad, la igualdad, la creatividad, para convivir, en definitiva de la mediación como cultura de paz y convivencia, que nos han trasladado estos adolescentes, sus padres y responsables de la comunidad, para hacer un mundo, su mundo, más habitable. Todo ello con la alegría y la creatividad de la comunidad gitana y de la juventud. Si se lo permiten a un payo ¡Ole!
Piden más formación, y por supuesto que nos ofrecimos a compartir experiencias, porque enseñarles, ya saben lo esencial de la actitud pacificadora. Si consigo volver a encontrarlos no será tanto para enseñar, como para seguir aprendiendo de ellos.
Yo ya se a quienes propondré para algún reconocimiento a nivel nacional, a la mediación comunitaria y escolar de gitanos en el ejemplar barrio mediador de las 3.000 Viviendas de Sevilla, del que he salido más riqueza. Gracias!!
Antonio Fernández Rojo. Mediador