Jesús, siendo el salvador del mundo, nace en un humilde pesebre.
El mediador ha de escuchar todo aquello que le quieren contar aquellas personas que lo visitan como profesional, para ayudarles en la gestión de su conflicto. Escuchar con profesionalidad y sencillez, sin hacer ningún juicio de valor, ni positivo ni negativo, aceptando oír todo lo que les cuentan, por su mera condición de seres humanos. Esta actitud de humildad, ya nos une al pesebre.
Como en el nacimiento de Jesús, donde acudieron a adorarlo pastores primero, y reyes después, así a la Mediación hemos acudido mediadores apasionados y asociaciones de mediación en un primer momento, y ya después, legisladores, instituciones publicas…
Para los temerosos y pesimistas, tras el nacimiento de Jesús, también llego Herodes y…
2017 años después, aquí estamos celebrando el nacimiento de Jesús, el nacimiento del Salvador del mundo.
Cada cual saque su conclusión.
¡Feliz Navidad y próspero 2018!
Juan Ignacio Acuñas Fernández, abogado mediador.